Ludwig Beethoven fue un famoso compositor y pianista alemán. Es una figura crucial en el período de transición entre las épocas clásica y romántica de la música occidental. Sigue siendo uno de los compositores más influyentes de la historia y es mejor conocido por sus nueve sinfonías, 16 cuartetos de cuerda, cinco conciertos para piano y 32 sonatas para piano.
Biografía de Ludwig van Beethoven para niños
Ludwig nació el 17 de diciembre de 1770 en Bonn, la capital del electorado de Colonia. Era nieto de un músico que venía de Bélgica y, su primer profesor en dicha área, fue su padre. Ludwig también fue apoyado por otros maestros; el organista de la corte, Tobias Pfeiffer, que le enseñó piano, y Franz Rovantini, que le enseñó violín y viola.
En 1779, Ludwig comenzó a estudiar con un maestro muy importante en Bonn llamado Christian Neefe. Este le enseñó de composición y, en marzo de 1783, lo ayudó a escribir su primera composición publicada.
En 1781, Ludwig Van Beethoven comenzó a trabajar con Neefe como su organista asistente. Trabajó como empleado no remunerado durante un tiempo antes de comenzar a recibir un sueldo en 1784. Sus primeras tres sonatas para piano, tituladas Kururst, se publicaron en 1783.
En marzo de 1787, Ludwig viajó a Viena por primera vez con la esperanza de estudiar con Mozart. Después de unos dos meses, se enteró de la enfermedad de su madre y regresó a casa. Ella finalmente murió y su padre cayó en un profundo alcoholismo. Como resultado, Ludwig se hizo responsable del cuidado de sus hermanos menores y pasó los siguientes cinco años en Bonn.
Aspectos destacados de la carrera de Beethoven
Ludwig van Beethoven fue presentado por primera vez a Joseph Haydn en 1790 por medio de un amigo. Fue entonces cuando Joseph viajaba a Londres y se detuvo en Bonn en Navidad. Entre 1790 y 1792, Ludwig compuso una serie de obras que mostraban su creciente madurez en la composición musical.
Ludwig partió de Bonn hacia Viena en noviembre de 1792 después de rumores de guerra en Francia. Durante los años siguientes, respondió al sentimiento generalizado de que era el sucesor del fallecido Mozart (luego de haber estudiado sus obras y otros escritos). Al principio, se concentró en estudiar la interpretación en lugar de componer. En 1793, ya se había ganado una gran reputación como improvisador en los salones de la nobleza.
Su llegada al éxito
Ludwig van Beethoven ganó muchos patrocinadores que le dieron alojamiento y fondos. Esto le permitió romper sus vínculos con el Electorado de Colonia en 1794. Finalmente hizo su debut público en la ciudad de Viena en marzo del mismo año. En 1795, realizó su primer concierto de piano.
Poco después de esto, Ludwig decidió publicar una serie de tríos para piano y su Opus 1; este fue un gran éxito crítico y financiero. En la primavera de 1800, Ludwig debutó con su Primera Sinfonía en el Royal Imperial Theatre de Viena.
A medida que avanzaba el nuevo siglo, Ludwig compuso pieza tras pieza y esto lo marcó como un maestro compositor alcanzando su propia madurez musical. En 1801, compuso Six String Quartets y luego Creatures of Prometheus más tarde ese mismo año. Este fue un ballet popular que en realidad recibió un total de 27 presentaciones en el Imperial Court Theatre.
En 1804, pocos días después de que Napoleón fuera proclamado Emperador, Ludwig estrenó su Tercera Sinfonía, que luego pasó a llamarse Sinfonía Eroica.
Pérdida de la audición
Durante el tiempo que compuso algunas de sus mejores obras, Ludwig estaba luchando por aceptar el hecho de que se estaba quedando sordo. Luchó por distinguir todas las palabras pronunciadas en la conversación. En 1801, reveló en una carta a su mejor amigo, Franz Wegeler, que llevaba una vida muy miserable.
Durante unos dos años, se negó a asistir a la mayoría de las funciones sociales y le resultaba muy difícil decir que era sordo. A pesar de ello, Ludwig siguió siendo compositor. Compuso una ópera, seis sinfonías, cuatro conciertos solistas, cinco cuartetos de cuerda, seis sonatas de cuerda, siete sonatas para piano, cinco variaciones para piano, cuatro armónicos, cuatro tríos, dos sextetos y 72 canciones.
Años finales y muerte
Cerca del final de su vida, Ludwig van Beethoven compuso una de sus mejores obras titulada Missa Solemnis. Este debutó en 1824 y en realidad se considera su mayor logro. La novena y última sinfonía de Ludwig se completó en 1824. El 26 de marzo de 1827, Ludwig murió a los 56 años. Su muerte fue causada por cirrosis hepática poshepática.
Legado de Beethoven
La música de Beethoven suele dividirse en tres períodos: Temprano, Medio y Tardío. La mayoría de los compositores que viven mucho tiempo se desarrollan a medida que envejecen y cambian su forma de componer. Por supuesto, estos cambios de estilo no son repentinos, pero son una buena forma de entender los diferentes períodos de su vida como compositor.
Su primer período incluye las obras que escribió en su juventud en Bonn, y sus primeros días en Viena hasta alrededor de 1803. Su período medio comienza con la Sinfonía Eroica e incluye la mayoría de sus obras orquestales. Su último período incluye la Novena Sinfonía y los últimos cuartetos de cuerda.
Beethoven es probablemente el más famoso de todos los compositores y sobre el que más se ha escrito. Tenía una personalidad salvaje y esto era algo que los románticos del siglo XIX siempre esperaban de los grandes artistas. Los románticos pensaban que el artista era de alguna manera una persona con cualidades exageradas que no era como la gente normal. Beethoven tenía una personalidad muy fuerte. Vivió en la época de la Revolución Francesa y tenía fuertes opiniones sobre la independencia y las formas de vivir sin tiranía. Esto lo convirtió en un héroe a los ojos de muchas personas.
Su música era tan famosa que a muchos compositores del siglo XIX les resultó bastante difícil componer porque pensaban que serían comparados con él. Por ejemplo, Johannes Brahms, tardó mucho en escribir su Primera Sinfonía. Pensó que todos esperaban que él fuera el próximo Beethoven. No fue hasta finales del siglo XIX que Gustav Mahler escribió varias sinfonías que incluyen el canto, aunque lo hace de manera muy diferente a Beethoven.