Las coplas son un par de versos que poseen rimas y son autónomos en estructura gramatical y significado. Una copla puede ser formal (o cerrada), en cuyo caso cada una de las dos líneas es final-detenida, o puede estar en informal (o abierta), con el significado de la primera línea continuando hasta la segunda. Las coplas se utilizan con mayor frecuencia como unidades de composición en poemas largos, pero, dado que se prestan a declaraciones concisas y epigramáticas, a menudo se componen como poemas independientes o funcionan como partes de otras formas de verso, como el soneto de Shakespeare, que concluye con una copla.
En la narrativa francesa y la poesía dramática, la rima Alejandrina (línea de 12 sílabas) es la forma de copla dominante, y los versos alemanes y holandeses de los siglos XVII y XVIII reflejan la influencia de la copla alexandrina. El término couplet también es comúnmente sustituido por estrofa en versificación francesa. Una copla «cuadrada», por ejemplo, es una estrofa de ocho líneas, con cada línea compuesta de ocho sílabas. El pareado inglés preeminente es la copla heroica, o dos líneas que riman de pentámetro yámbico con una cesura (pausa), generalmente medial, en cada línea. Introducido por Chaucer en el siglo XIV, la pareja heroica fue perfeccionada por John Dryden y Alexander Pope a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Coplas de animales cortas
Pajarillo, pajarillo,
pajarillo bandolero,
con ese cantar que tienes
te pareces al jilguero.
Andaba la chachalaca
por las orillas del monte,
andaba de enamorada
con el pájaro zinzontle.
Allá lejos, en el campo,
vi pasar a un peludo
y suspirando dijo.
_¡Soy muy corajudo!
Por aquel camino,
rápido, cruzó un zorro.
_¡Ay, qué linda cola!_ dije.
Y él saludó con el gorro.
A las tres de la mañana
empecé a escuchar un grillo
andaba muy ocupado
afilando su cuchillo.
Tus ojos morena
se parecen a ti,
porque pestañean
como un colibrí.
Paloma blanca, piquito de oro,
que con tus alas volando vas,
pasas los montes, pasas los ríos,
pasas las olas del ancho mar.
Estaba la guacamaya
parada en un carrizuelo,
sacudiéndose las alas
para levantar el vuelo.
Al lado de un hormiguero
Estaba comiendo un tapir
Y las hormigas le decían:
_¡Tendrás que huir, huir, huir!
Todos observan de lejos
cuando pasea el zorrino,
no sea que se enoje
cuando va con su sobrino.
Lloviendo está sobre el río
y ya saltan los pescados,
así salta el corazón mío
cuando te veo en algún lado.
Es amor una araña
que con cautela
en un rincón del alma
forma su tela:
con tal sigilo
que ningún sabio pudo
cortar el hilo
Me gusta el sapo
Porque es petiso y gordo,
Panzón y ñato”.
“De las aves que vuelan,
Me gusta el sapo
Porque es petiso y gordo,
Panzón y ñato”.
“Un zorro pasó volando
Encima de la laguna
Y los patos se admiraban
Al verlo volar sin plumas”.
Si buscaras al tejón,
búscalo por los arroyos:
no lo busques en las casas,
que no es gallina con pollos.
Dicen que el gavilancito
volando viene y volando va;
se pasa la mar de un vuelo:
gavilancito, no vuele más.
Grita el chajá: _¡Chajaaá!
alertando al paisano
porque viene un extraño
caminando por el pantano.
Patito de la laguna,
Boquita tan amarilla…
¿Qué hacés todo el día?
¿No venís a mi parrilla?
Soy un pobre pajarito
que por el monte gorjeo,
aunque soy tan pobrecito,
nada en el mundo deseo.
Conchita, vamos al mar
a conocer las sardinas;
te voy a hacer un collar
de puritas perlas finas
“Yo vide volar un sapo
Por encima de un tunal,
Las tunas abrían la boca
Al ver al sapo volar”.
.“En la falda de un cerro
Cantaba un zorro;
Le salieron los perros,
Se apretó el gorro”.
El fuerte dolor de dientes
se le pasa a la vizcacha.
Todos ríen bien tranquilos
y ella se acomoda el hacha.
Arriba de una palmera
se columpiaba un monito
que pelaba una banana
canturreando muy bajito.
Inflaba mucho el escuerzo
su cuerpo liso y redondo.
Pasó una rana y le dijo:
_¡Qué batracio tan cachondo!
Estaba la Muerte seca
sentada en un arenal
comiendo tortilla fría
pa ver si podía engordar
Este es el jarabe loco
que a los muertos resucita,
salen de la sepultura
meneando la cabecita.
Amada guitarra mía
los dos debemos cantar
tú con tu suave armonía
yo con mi voz desigual.
Coplas de animales largas
El caballo se divierte,
mientras corre por el campo,
las gallinas lo acompañan,
y también corren los gallos.
La jirafa cuello largo,
corre corre por la selva,
y se encuentra de repente,
con su amiga doña pepa.
El mono se encuentra solo,
mientras come una manzana,
y la mona entrando al rio,
se divierte mientras canta.
El gato y la gata
se van a casar,
y no hacen la boda
por no tener pan.
Arrorró,
que te arrullo yo.
El gato goloso
mira la ensalada
y la gata rubia
se lava la cara.
Arrorró,
que te arrullo yo.
Está la mariposa
sentada en la cocina
haciendo chocolate
para la madrina.
Que salga la rosa
que salga el clavel
que salga esta niña
que está haciendo pastel.
“En el medio de la selva
Se reía un colibrí
Y mientras tanto decía:
¡Cuando río soy feliz!
Allá en un lago profundo
Suspiraba una cigüeña
Y en el suspiro decía:
¡El que no duerme no sueña!
Justo en el medio del mar
Suspiraba una ballena
Y en el suspiro decía:
¡Quiero bananas con crema!
En un rincón de la pampa
Suspiraban dos caballos
Y en el suspiro decían:
¡Cómo nos duelen los callos!”
Al lado de una laguna
estaba echado Don Puma,
fumando su cigarrillo
hacía mal una suma.
_Martín Pescador_ se oyó_
soy un pejerrey demorado…
¿Me dejarás pasar hoy?
¡Pues estoy muy enamorado!
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
que te diera por un beso!
Ya brotan del sol naciente
los primeros resplandores
dorando las altas cimas
de los encumbrados montes.
La vaca está triste,
muge lastimera,
ni duerme, ni bebe
ni pasta en la hierba.
La vaca está triste,
porque a su chotito
se lo han llevado
los carniceros
al mercado.
Está tan delgada,
la vaca de Elena,
que en vez de dar leche,
da pena.
Murciélago tan fulero,
no has de pasar muy sonriente.
Llevas la ñata aplastada…
¡Pareces del diablo pariente!
Lechuza color canela,
ojitos grandes y hundidos…
¡Parece que estás muy seria!
¿No te ríes, bandida?
Nave que surca los mares,
y que empuja el vendaval,
y que acaricia la espuma,
de los hombres es la vida;
su puerto, la eternidad.
El lagarto está llorando
La lagarta está llorando
El lagarto y la lagarta
con delantitos blancos
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
“Permita a los perros deleitarse con ladrar y morder
Porque Dios los ha creado así,
Los osos y leones gruñen y pelean,
Porque es su naturaleza también.
Pero, niños, lo que no deben permitir
Que tales pasiones florezcan;
Sus pequeñas manos nunca fueron creadas
Para sacarle los ojos de otros”.
Vizcachita, vizcachón,
la lunita te persigue
en muchas de tus andanzas
y traes lo que consigues.